El levantamiento del general Riego (1820)

 El levantamiento del general Riego (1820)

 

Soldados la patria, nos llama a la lid. Juremos por ella, vencer o morir

 

En 1820 el general Riego se levantó para proclamar la restauración del orden constitucional de 1812.

Aunque en un primer momento no contó con amplios apoyos, más tarde se sumarían otras guarniciones, dando comienzo el Trienio Liberal.

Las consecuencias de aquel levantamiento se dejaron sentir no solo en España sino en Europa y también en América, con diversas consecuencias.

 

Contexto histórico

Tras la Restauración absolutista de Fernando VII en 1814, España vivió una intensa represión contra los liberales que habían defendido la Constitución de Cádiz de 1812.

El rey anuló dicha constitución y disolvió las Cortes, instaurando una monarquía absolutista apoyada por los sectores más conservadores del país tal y como establece Carr (1985).

Al mismo tiempo, en América, los movimientos independentistas se intensificaban, con apoyo de los enemigos de España que aprovecharon la coyuntura de la metrópoli.

Para sofocarlos, el gobierno español planeaba enviar una gran expedición militar al virreinato del Perú, compuesta por unos 20.000 hombres[1] concentrados en Andalucía según Artola (1973). Pero, el descontento de muchos oficiales, que simpatizaban con el liberalismo, crecía ante la perspectiva de combatir en ultramar por una causa impopular.

Es decir, el gobierno español tenía pensado enviar un ejército a América para evitar los movimientos independentistas. Este ejército se acantonaba en Andalucía, dispuesto a partir cuanto antes, pero, en ese momento, se alza un general, Riego.

 En 1820 el general Riego se levantó para proclamar la restauración del orden constitucional de 1812

El pronunciamiento de Riego

El 1 de enero de 1820, el teniente coronel Rafael del Riego se levantó en armas en Las Cabezas de San Juan (Sevilla), proclamando la restauración del Liberalismo y de la Constitución de 1812.

Aunque inicialmente su movimiento no contó con una amplia adhesión, la inestabilidad política y la simpatía popular por las ideas liberales favorecieron que otras guarniciones se sumaran (Varela Suanzes-Carpegna, 2007). En un primer momento, las tropas de Riego recorrieron Andalucía durante un par de meses sin conseguir que otras guarniciones o unidades militares se les sumaran, pero, a principios de marzo, cuando creían que estaba todo perdido les llegó la noticia de que Fernando VII había jurado la Constitución después de que el gobierno absolutista no hubiera conseguido acabar con las sublevaciones de otras guarniciones que habían seguido el ejemplo de Riego.

Según los expertos, de igual forma que con las Independencias americanas, la masonería tuvo un papel crucial en el Levantamiento de Riego, que, como se ha mencionado, acabó triunfando -aunque el papel de estos agentes todavía no está bien determinado[2]-.

Ante la presión y sin apoyo militar suficiente –el ejército estaba dividido-, el rey Fernando VII juró la Constitución el 9 de marzo de 1820, inaugurando así el período conocido como el Trienio Liberal.

Sin embargo, Fuentes (2020) establece que el Levantamiento de Riego fue, sin duda, un pronunciamiento ya que se hace alejado de la capital, se lee un manifiesto / bando con unas proposiciones y premisas y hay un caudillo que lidera dicho levantamiento, es por ello, por estas premisas, que el levantamiento de Riego es un pronunciamiento.

No llegó a haber batallas ni acciones violentas, simplemente que el rey se quedó sin apoyos y tuvo que aceptar las peticiones de los liberales, hasta 1823, cuando sí que tuvo apoyos –externos- como los Cien Mil Hijos de San Luis.

Pero, para entonces ya era tarde, al menos en América.

 

Consecuencias en España y América

En España, el Trienio Liberal intentó aplicar reformas constitucionales y limitar el poder de la monarquía, aunque tuvo que enfrentar divisiones internas y oposición de los sectores absolutistas (Bermejo, 2010).

Finalmente, en 1823, la intervención de la Santa Alianza mediante el envío de las tropas francesas de los Cien Mil Hijos de San Luis (lo que se puede considerar otra invasión de la península) restauró el absolutismo y puso fin al liberalismo.

En España quedaba, para el resto, un país dividido que arrastrará estas tensiones a lo largo del siglo XIX y se materializarán, primero, en las Guerras Carlistas y, después, en la Guerra Civil española del siglo XX, con la idea de que un bando debe prevalecer sobre el otro.

En América, el levantamiento de Riego tuvo un impacto decisivo ya que impidió el envío de tropas a las colonias, lo cual permitió que los procesos independentistas liderados por Bolívar, San Martín y otros ganaran terreno de forma irreversible (Lynch, 1992). Así, el pronunciamiento de Riego no solo transformó la política peninsular, sino que aceleró la independencia del continente americano.

La política española cambió de alianzas y España quedaba como estado dependiente de otras potencias, siendo esta la tónica a partir de ese momento. Mientras que, en el contexto internacional, quedaba aislada.

 

 

 

Referencias

 

Artola, M. (1973). La España de Fernando VII. Madrid: Espasa-Calpe

 

Bermejo, A. (2010). El Trienio Liberal y su fracaso. Madrid: Síntesis

 

Carr, R. (1985). España, 1808–1975. Barcelona: Ariel

 

Lynch, J. (1992). Las revoluciones hispanoamericanas 1808–1826. Madrid: Siglo XXI.

Varela Suanzes-Carpegna, J. (2007). La teoría del Estado en los orígenes del constitucionalismo hispánico. Madrid: Centro de Estudios Políticos y Constitucionales

 

https://www.cultura.gob.es/cultura/areas/archivos/mc/centros/cida/4-difusion-cooperacion/4-1-guias-de-lectura/bicentenario-trienio-liberal-1820-1823/1-antecedentes/1-3-el-triunfo-de-riego.html  

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[1] El más grande ejército de ultramar reunido por España para sofocar la revolución hispanoamericana (Ferri, 2017)

[2] García León (1993)