LA LEGITIMACION DEL REGIMEN DEL 18 DE JULIO. DE REBELDES A CRUZADOS

    Con el levantamiento militar del 18 de julio de 1936, que pretendía ser un simple pronunciamiento que frenara una supuesta revolución de izquierdas, se rompió el Estado Republicano y se dividió España.

Ante este pronunciamiento, que derivó en golpe de Estado posteriormente, comenzó una larga Guerra Civil que nadie había pensado. En tal situación, el bando sublevado aglutinó a las fuerzas conservadoras, de derechas, católicas, fascistas, monárquicas y la mayoría de los militares, mientras en el bando afín a la Republica se aglutinaban las fuerzas liberales, republicanas y de izquierda. En el transcurso del conflicto civil español, el Bando Nacional logró unirse, a pesar de su heterogeneidad de ideologías, mientras que el Bando Republicano tuvo dificultades en cuanto a aunar esfuerzos de carácter ideológico.

en la zona sublevada se pusieron en marcha para legitimar y normalizar la situación, restaurando la España conservadora y tradicional

Es por esto quizá, que en el Bando Republicano hubo intentos de revolución que intentaron romper con la unidad y que supuso dificultades para el gobierno, que trataba de encauzar la situación. Mientras tanto, en la zona sublevada se pusieron en marcha para legitimar y normalizar la situación, restaurando la España conservadora y tradicional. Dicha restauración será promovida e impulsada por la aristocracia, tanto política como militar así como por la oligarquía eclesiástica. La restauración del tradicionalismo supuso un freno a los intentos de renovación política de la republica pero también sirvió para legitimar al nuevo gobierno.



A pesar de ser muchos y diversos los candidatos a tomar el poder de lo que sería el “Nuevo Estado”,  la situación hizo que se impusiera la figura del general Franco sobre los demás, estableciendo desde entonces un caudillaje dentro de un gobierno autoritario.

Para dicho fin, la maquinaria de retaguardia del Bando Nacional, mientras la guerra continuaba, se puso manos a la obra en la tarea de legitimar y establecer un nuevo gobierno. De este modo, el eje del gobierno giró en torno a la ciudad de Salamanca, concretamente en torno a su universidad. Y a pesar de haber diversidad de juristas, políticos y militares serán los cristianos católicos y conservadores los que más se esfuercen en la tarea de legitimación de Franco, y lo harán desde el principio de la guerra.

La legitimación del gobierno Franco giró en torno a diversas fuentes, personalidades y organizaciones. Aquí destacamos la universidad, los ayuntamientos y los conventos, la radio, los sindicatos, los maestros, los militares y la iglesia. En primer lugar, sustituyeron a los miembros del Frente Popular de los ayuntamientos por personas afines al Bando Nacional, monopolizado todo ello por la clase media, sobre todo.

Todavía sin acabar el año 1936, la Iglesia se mostrará muy activa en justificar el franquismo. Su labor será crucial. La Iglesia española -católica, tradicional y conservadora- será la pionera en declarar la guerra civil española como cruzada, dando carácter de guerra santa al conflicto. Con ello, la Iglesia sobresalía por las demás instituciones intelectuales ya que la difusión de su catolicismo contra la labor republicana fue muy efectiva y, aparte, contó con muchos apoyos. Supuso, por tanto, una labor eficaz al transformar guerra en cruzada. En la Iglesia englobamos tanto al clero secular como al regular ya que su labor fue paralela.

la Iglesia se mostrará muy activa en justificar el franquismo. Su labor será crucial. La Iglesia española -católica, tradicional y conservadora- será la pionera en declarar la guerra civil española como cruzada

Otra institución que se encargó de justificar y legitimar la causa del Bando Nacional será la Universidad de Salamanca, por medio, sobre todo, de la Facultad de Derecho. Junto a la Iglesia, la Facultad tuvo un papel muy importante ya que supuso el sostenimiento doctrinal de Franco.

Pero, en las mismas líneas que las instituciones anteriores, también destaca el Instituto Francisco de Vitoria. Este instituto se basaba en el Derecho Internacional y fue un centro fundamental de legitimadores del régimen.

En última instancia, pero no por ello menos importante, está la labor contribuyente de los sindicatos católicos y conservadores, de los maestros y militares.

Pero sobre todo, esta labor no pudo realizarse sin el entramado intelectual aportado en su conjunto por escritores y filósofos, obispos y magistrados o la difusión de los medios de comunicación, la radio sobre todo.

En este aspecto, hay que destacar  sobre todo la labor de personas como Valdés Cavanilles, Unamuno, el obispo Pla y Deniel y el magistral Aniceto de Castro Albarrán.



En primer lugar, el militar Valdés Cavanilles fue muy importante a la hora de crear y difundir propaganda contra la república. Hasta ese momento, los militares carecían de una marcada ideología anti-izquierdista. Fue este militar quien aunó esfuerzos ideológicos y apoyó a la Iglesia. Su pensamiento giró en torno a un marcado españolismo, un arduo patriotismo y la difusión del catolicismo. Como consecuencia creó unión en Salamanca y consiguió numerosos apoyos.

En segundo lugar, el intelectual y escritor español Miguel de Unamuno fue primordial a la hora de ofrecer su pluma a la causa rebelde. Su apoyo fue decisivo ya que se convierte en un acto de adhesión decisivo al franquismo. Unamuno aportará su mentalidad y la difundirá gracias a su intelectualidad contribuyendo a su vez al asentamiento en la Universidad de Salamanca de gran parte del foco rebelde. Es, por tanto, otro elemento legitimador.

Por último, a nivel intelectual, destacan dos personalidades del entorno eclesiástico salmantino. Por un lado, el Obispo Pla y Deniel y, por el otro, el Magistral de la Catedral de Salamanca Aniceto de Castro. Su influencia social fue muy importante además, obviamente, de la labor legitimadora. Sera sobre todo el primero quien más relevante resulte a la hora de justificar la guerra, estableciendo el término cruzada y difundiendo su pastoral de “Las dos ciudades”.

La guerra se convertía en una guerra santa pero sobre todo, en una guerra de ideas, en una guerra intelectual. La maquinaria de retaguardia resultó fundamental para legitimar al nuevo gobierno y Salamanca se convertirá así en el centro de operaciones intelectuales durante el primer año de guerra.

 La guerra se convertía en una guerra santa pero sobre todo, en una guerra de ideas, en una guerra intelectual

Conclusiones  

El tema de la propaganda es y ha sido siempre muy importante para la legitimación y justificación de un gobierno. En este aspecto, los rebeldes sublevados en 1936 suponen la culminación de la derecha autoritaria que se gestaba con el Regeneracionismo y sobre todo con la “Revolución desde arriba” que propuso Maura. Por tanto, este artículo representa la confluencia de la vertiente de Joaquín Costa y por otro lado de Antonio Maura uniéndose ambos pensamientos en el Bando Nacional.

Aunque es en el periodo de la II República cuando esta nueva derecha se recompone, es aquí, en la Guerra Civil, cuando se hace efectivo el planteamiento de la misma. Aparece así un pensamiento militarista e intervencionista tendente hacia el autoritarismo y sobre todo ultra católico. La derecha y el conservadurismo se manifestaron sobre todo en el ámbito religioso por medio de la Iglesia la cual designó como “Cruzada” una contienda civil. La derecha justificó así el Golpe de Estado militar contra la Republica a la cual consideró antiespañola.

La derecha justificó así el Golpe de Estado militar contra la Republica a la cual consideró antiespañola

El análisis se ha basado en la ciudad salmantina debido a que era una de las primeras ciudades bajo dominio del Bando Nacional. Se han visto, además, las distintas formas de propaganda que hubo, las cuales supo utilizar el Bando Nacional que desde el primer momento contó con el apoyo de militares y la Iglesia Española. En este sentido, al predominio militar se sumó, y predominó, la Iglesia, bastante molesta durante la II Republica debido a las persecuciones que sufría y las continuas amenazas y violencia que se usaron contra esta institución.

Por lo tanto, Salamanca es el “cuartel” operativo durante los primeros meses de la guerra y los intelectuales, ya fuesen militares como eclesiásticos, supieron justificar al bando rebelde transformándole en “cruzado”. La universidad, la iglesia y la radio fueron fundamentales para la justificación y legitimación del golpe de Estado que llevó a la guerra civil así como, sobre todo, la labor de los intelectuales.


Álvaro González Díaz

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